Despues de mi periplo por la selva Cusqueña y un dia de recuperacion, hoy vuelvo a escribir.
Como os conte en mi ultima entrada, me fui de excursion con Gustavo, Lali y Dermot 3 dias culminando el cuarto en Machupicchu. El resto del grupo lo componian 3 australianos de las montañas, muy simpaticos pero poco amigos de la ducha.
Empezamos el jueves con madrugon y un largo paseo en bus que nos condujo hasta el inicio del camino. Despues, un par de horitas de descenso en bici. Excepto algun tramo de pendiente fuerte hacia arriba, el recorrido no era muy exigente (nada que ver con la ruta a Coroico) y permitia disfrutar del camino y del paisaje.

La primera mitad fue algo mas dificultosa porque no paro de llover, pero luego abrio y llegamos al final bastante secos y enteros, salvo por un arañazo de Gustavo y por Lali que a la mitad dijo que no podia mas y siguio en coche. De todas formas todos acabamos algo cansados y mas cuando nos enteramos que al dia siguiente nos despertabamos a las 5 para evitar el calor.
El 2º dia fue el mas duro, aunque tambien el mas completo. Empezamos a caminar a las 6 de la mañana y estuvimos casi 8 horas caminando, la mayor parte de las cuales lo hicimos por un camino inca original. Me detendre un poco en este punto.
En la epoca de maximo explendor del imperio Quechua, los territorios dominados por el Inca ocupaban una enorme extension (los actuales Ecuador, Peru, Bolivia, norte de Chile y Argentina y una pequeña parte de Paraguay). Para comunicarlos, construyeron estos caminos hace unos 700 años . 8 de estos caminos llegan a Machupicchu. El principal y mas bonito (el conocido como Camino del Inca) recorre varios sitios arqueologicos antes de llegar a Machupicchu pero esta deteriorandose mucho y el Instituto Nacional de Cultura restringe el acceso a un numero limitado de caminantes. El resultado es que hay que reservar en las agencias que tienen permiso varios meses antes, ahora por ejemplo estan dando plaza para octubre. La alternativa es hacer el que recorrimos nosotros, que discurre entre las impresionantes montañas que rodean la ciudad sagrada.

Ademas de la subida por los interminables escalones del camino inca, teniamos 2 enemigos despiadados que hicieron que este dia fuera tan duro: el sofocante calor y el mosquito cusqueño, famoso por hacerte unas ronchas del tamaño de una moneda de 5 euros.

A mediodia hicimso una parada para bañarnos en el rio, comer algo y sestear media horita, lo cual nos cargo bastante las pilas.

Por la tarde continuamos caminando pero ya sin tantas subidas. Como ultimo obstaculo, tuvimos que cruzar el rio por un puente de lo mas rudimentario: una especie de tirolina pero con un carrito en vez de con un arnes.
Cruzando el rio al estilo Indiana Jones.
Para terminar el dia llegamos a unas aguas termales donde esperamos la caida de la noche mientras se recomponian nuestros maltrechos musculos. Ninguno nos llevamos la camara, asi que no hay fotos.
Por la noche nos quedamos en un pueblecito llamado Sta Teresa y antes de acostarnos echamos un rato muy, muy divertido jugando con los niños del pueblo que por alguna extraña razon tuvieron a bien juntarse delante de nuestro hostal. Dermot (al que llamaban Papa Noel) y yo hicimos un esfuerzo extra para darles vueltas, subirlos a hombros y revolearlos en general para gran regocijo de la concurrencia.

El sabado tuvimos una tregua: "solo" nos levantamos a las 7 y "solo" andamos 6 horas. Empezamos subiendo a uan catarata cerca de Sta. Teresa.

Despues de un par de horas de caminos de grava, seguimos casi todo el tiempo por una via ferrea y ya rumbo a Machupicchu. Era todo en llano y fue el dia mas facil, aunque tambien el menos bonito, todo hay que decirlo.

Por fin, a la tarde llegamos a Aguas Calientes una ciudad-hotel a la falda del Machupicchu y que recibe su nombre de unas termas a las que corrimos a zambullirnos. No eran tan bonitas como las del dia anterior, el agua no era tan clara y olia un poco a azufre pero aun asi nos quedamos toda la tarde. Despues la cena y rapidito a la cama porque nos esperaba el peor madrugon.
El domingo, por fin, ibamos a llegar a la ciudad sagrada de Machupicchu. La mayoria de la gente sube desde Aguas Calientes en bus. Pero nosotros no, ¿pa que?. Los buses salen muy tarde (a las 5.30) y nosotros queriamos ver el amanecer entre las montañas mientras subiamos. Asi que nso levantamos a las 4 de la mañana y nos pusimos a subir con linternas. Con lo que no contabamos era con que no paro de llover hasta las 8 de la mañana, asi que la expectacular vista de al que ibamos a disfrutar se convirtio en un inmenso e impenetrable blanco.

Superada esta pequeña adversidad, llegamos a las ruinas a eso de las 6.10. Nuestro guia nos estaba esperando y despues de ingresar (yo con mi carnet de estudiante valido hasta 2011 y pagando 20 en vez de 40 dolares) hicimos una visita guiada entre la niebla y la lluvia con lo que apenas veiamos mas alla de nuestras narices.

Terminada la explicacion, nos dispusimos a seguir subiendo, ¿masoquismo?. Ahora al Waynapicchu, un cerro aun mas alto desde el que se domina toda la ciudad.

Despues de una subida mortal por otra escalerita de los benditos incas, llego el momento que llevabamos 5 horas eperando: salio el sol, se levanto la niebla y pudimso contemplar una vista increible de 360º del Machupicchu y todas las montañas de alrededor que se habian mantenido ocultas toda la mañana.
Al bajar, repetimso la visita completa pero ahora si, viendo algo.

Y no fue hasta entonces que nos dimos cuenta de al grandeza de lo que teniamos delante. A la impresion que causaria ver esto sin saber nada antes se suma el que es uno de esos sitios emblematicos, de los que uno ha oido hablar desde siempre, que ha visto en fotos, en la tele... y de repente dices "y aqui estoy yo". En fin, es muy dificil explicar lo que me pasaba por la cabeza en el momento de esta foto.

Pasamos el resto de la tarde recreandonos en las ruinas.

Volvimos a Aguas Calientes (esta vez en bus) cansados y felices. De alli en tren hasta Cusco a donde llegamos reventados, muertos de frio y comidos por los mosquitos a la 1 de la mañana. Os he ahorrado los detalles de la diarrea que me ha acompañado los 4 dias porque no son bonitos, pero os podeis imaginar que estaba todavia peor. Como resultado ayer em pase todo el dia en la cama recuperandome, sin moverme, calentito, sin diarrea y sin mosquitos. Dermot convalecia en la cama de al lado victima tambien de los Apus. Anoche se fueron Gus, Dermot y Lali, asi que me he vuelto a quedar solo. Hoy ya recuperado, ademas de escribir esto me he dedicado a explorar Cusco, pero esa es otra historia, que esto se esta alargando demasiado. Ya os contare